La Avenida Miguel Alemán, una de las vías más transitadas en el norte del área metropolitana de Monterrey, se ha convertido en un punto crítico para el tráfico vehicular debido a un cierre parcial implementado por las obras de la Línea 6 del Metro. Lo que antes era una avenida de tres carriles con flujo constante, ahora opera con un solo carril habilitado, provocando embotellamientos severos y largas filas que afectan la rutina de miles de personas cada mañana.
Desde hace varios días, automovilistas, transportistas y vecinos han reportado las afectaciones ocasionadas por la falta de planeación y coordinación en los trabajos de construcción, señalando que el cierre ocurrió sin previo aviso, sin presencia de autoridades viales y sin alternativas claras para desviar el tráfico. Esta situación se agrava al tratarse de una avenida clave que conecta zonas habitacionales, industriales y comerciales.
Obras necesarias, molestias evitables en Miguel Alemán
De acuerdo con lo informado por los encargados de obra, el cierre responde a la etapa de cimentación de la futura Estación Ruiz Cortines, correspondiente a la nueva Línea 6 del Metro, proyecto impulsado por el gobierno estatal. En este tramo, se realizarán trabajos que incluyen la instalación de 20 pilas, 11 zapatas, 15 columnas, 11 capiteles, 3 marcos transversales, un cabezal de estación, un intercambiador, 16 trabes de rodadura y 18 juntas de cierre.
Estas labores, aunque necesarias para el desarrollo del transporte público en la ciudad, han sido implementadas sin mecanismos de mitigación urbana. En la práctica, esto ha significado que miles de conductores se vean atrapados en embudos viales que no fueron señalizados con suficiente antelación, y que la falta de agentes de Tránsito agrave la situación en lugar de facilitarla.
Los trabajadores de la empresa Mota Engil, responsable de la ejecución, colocaron barreras plásticas y conos para delimitar el área intervenida, pero no hubo personal de apoyo que explicara las rutas alternas ni medidas para canalizar el flujo vehicular.
Consecuencias directas para vecinos y empresas
El impacto de este cierre se ha sentido especialmente en la colonia La Victoria y en la zona industrial que colinda con la avenida. Comercios han reportado bajas en sus ventas debido a la dificultad para acceder a la zona, mientras que empresas de transporte y logística han sufrido retrasos en sus operaciones.
Usuarios del transporte público, estudiantes y trabajadores han sido parte de la cadena de afectación, al tener que aumentar sus tiempos de traslado o incluso cambiar rutas. “Antes hacía 25 minutos, ahora tardo una hora”, comenta uno de los afectados, quien atraviesa Miguel Alemán rumbo a su trabajo en el parque industrial de Apodaca.
Pese a los inconvenientes, las autoridades aún no han ofrecido un plan de movilidad alterno para este sector. Tampoco han emitido un calendario público que permita a los ciudadanos anticipar qué días se aplicarán otros cierres, ya que se ha advertido que los ajustes continuarán de forma aleatoria y por varios meses, al menos hasta diciembre.
A partir del 23 de julio se llevará a cabo un cierre temporal de la lateral de Av. Miguel Alemán, en el cruce con Av. Ruiz Cortines; conoce aquí las rutas alternas.
— El Gobierno de Nuevo León (@nuevoleon) July 23, 2025
Sabemos que puede causar algunas molestias, por eso te pedimos paciencia, valdrá la pena. pic.twitter.com/jdjEiYFZy1
Crisis vial en Miguel Alemán sin respuesta coordinada
La situación en Miguel Alemán no es un caso aislado, sino parte de una serie de cierres, obras y desvíos simultáneos que tienen a la ciudad atrapada en un bucle de congestión diaria. Aunque el discurso oficial insiste en que las obras actuales resolverán el problema de fondo, la experiencia diaria del ciudadano muestra lo contrario: cada obra parece convertirse en una nueva barrera más que en una solución.
En este contexto, ciudadanos y expertos en movilidad han comenzado a cuestionar no solo el ritmo de las obras, sino también la capacidad institucional para gestionarlas de forma eficiente y con visión metropolitana. La falta de coordinación entre dependencias, la ausencia de protocolos de atención vial y la poca comunicación con la población han sido señaladas como fallas sistemáticas que empeoran el problema.
Para muchos, la historia se repite: grandes proyectos de infraestructura que avanzan lentamente, con afectaciones inmediatas y beneficios futuros inciertos. En este caso, la construcción de la Línea 6, en lugar de ser vista como un símbolo de progreso, comienza a ser percibida como una carga más en la ya complicada movilidad de Nuevo León.
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