El gobernador Samuel García presume atraer miles de millones de dólares a Nuevo León, pero detrás del discurso oficial hay una historia de cifras infladas y verdades a medias. La supuesta lluvia de inversión extranjera directa resulta ser un espejismo mediático que pone en duda la credibilidad del gobierno estatal y siembra desconfianza entre empresarios locales y extranjeros.
Presume 68 Mil Mdd Que No Existen
Samuel García ha repetido en entrevistas, eventos y redes que durante sus primeros tres años de gobierno logró atraer 68 mil millones de dólares en inversión extranjera directa (IED). Según sus propias palabras, esto consolidaría a Nuevo León como el principal receptor de capital extranjero en México y uno de los líderes mundiales en “nearshoring”.
Sin embargo, los datos oficiales de la Secretaría de Economía federal lo desmienten rotundamente. En realidad, el estado ha recibido solo 10.2 mil millones de dólares en tres años, es decir, aproximadamente 3.4 mil millones anuales, muy lejos de los 22 mil millones anuales que presume Samuel.
La diferencia es brutal: una inflación de más del 600%, que no solo genera dudas sobre la transparencia, sino que amenaza la reputación de Nuevo León como destino serio y confiable para los inversionistas.
Empresarios Comienzan A Dudar
Este manejo alegre de las cifras ha encendido alarmas en el sector privado. Empresarios nacionales y extranjeros ven con preocupación la falta de rigor y el exceso de propaganda. Muchos empiezan a considerar otras opciones, como Querétaro, Guanajuato o Coahuila, donde las cifras sí cuadran y las reglas del juego son claras.
El daño no es solo mediático. Las decisiones de inversión se basan en confianza y estabilidad. Cuando un gobernador infla datos, la desconfianza crece y los proyectos se enfrían. Nadie quiere arriesgar su dinero en un lugar donde la realidad se pinta con brocha política.
Una Estrategia De Show, No De Resultados
Más allá de los números falsos, la estrategia de Samuel García parece estar centrada en construir un espectáculo continuo. Anuncios, giras y presentaciones donde lo importante no es la veracidad, sino la foto y el titular.
La narrativa de “Nuevo León líder mundial en nearshoring” resulta atractiva para el público general, pero a los inversionistas no se les convence con slogans. Se convencen con hechos, infraestructura, certidumbre legal y condiciones reales de competitividad.
La Realidad Detrás Del Discurso
Mientras el gobernador vende historias de éxito, Nuevo León enfrenta problemas graves: contaminación récord, crisis hídricas, congestionamiento vial y creciente inseguridad. Problemas que impactan directamente en la operación diaria de cualquier empresa.
Con tantas dificultades no resueltas, inflar cifras de inversión solo refuerza la percepción de un gobierno más enfocado en su proyección personal y electoral que en resolver los retos de fondo.
Un Gobernador Que Vende Ilusiones
El estilo de Samuel García apuesta por el marketing antes que por la gestión responsable. En lugar de presentar datos verificados, se alimenta el ego gubernamental con cifras que nadie puede comprobar.
Los inversionistas saben leer entre líneas. Cada cifra inflada, cada anuncio rimbombante y cada dato falso mina la credibilidad de la administración y afecta la competitividad de Nuevo León frente a otros estados.
Pareciera que el gobernador olvida que está dirigiendo un estado y no una cuenta de redes sociales donde no importaría si maquilla un poco la realidad. Donde todo mundo aparenta lo que no es o lo que no tiene.
¿Liderazgo O Simulación?
Hoy la gran pregunta es: ¿Nuevo León realmente lidera la inversión extranjera o solo asiste al show de Samuel García? Mientras no haya transparencia y rigor, la respuesta se inclina peligrosamente hacia la simulación.
Si el gobernador no corrige el rumbo y deja de priorizar el espectáculo sobre los resultados, el daño podría ser irreversible. La credibilidad no se recupera con un video viral ni con discursos triunfalistas. Se gana con hechos.
Array