El 25 de diciembre se registraron altas concentraciones de partículas PM10 y PM2.5, las más dañinas para la salud por afectar pulmones y bronquios, entre otros.
Este fin de semana los regiomontanos pasaron una Nochebuena y Navidad llena de celebraciones en familia, pero también de contaminación, debido a que entre sábado y domingo se registraron altas concentraciones de contaminantes.
Todas las estaciones del Sistema de Monitoreo Ambiental (SIMA) con datos disponibles reportaron picos que rebasaron los límites oficiales de partículas PM2.5 y PM10 (se reportaron hasta 100 microgramos por metro cúbico, cuando el límite de la norma es de 41), por lo que la ciudad amaneció cubierta por una densa nata gris.
La Secretaría de Medio Ambiente atribuyó los altos niveles de contaminantes a las emisiones vehiculares e industriales atrapadas por la estabilidad atmosférica, y a los festejos de los ciudadanos.
Fueron las estaciones Obispado, San Bernabé, San Nicolás, Cadereyta y García las que tuvieron mayores concentraciones de PM2.5 (estas partículas son las más riesgosas, ya que pueden penetrar los pulmones, bronquios y el torrente sanguíneo).
Cabe mencionar que en lo que va del 2022 el área metropolitana de Monterrey ha tenido un 67 por ciento de los días sucios, situación que se ha repetido ya durante dos años.
