- Un Informe Que Desarma El Discurso Oficial
- Seguridad También Muestra Movimientos Inexplicables
- La Auditoría Deja Ver Lo Que El Estado Intenta Minimizar
Los Desvíos de Samuel volvieron a colocarse bajo la lupa pública tras el informe más reciente de la Auditoría. El documento exhibe irregularidades que rozan lo absurdo: dinero que aparece, desaparece y reaparece sin explicación; obras sin contrato; y montos que el gobierno estatal no logra justificar. El reporte abre nuevas dudas sobre posibles esquemas de corrupción dentro de la administración.
Un Informe Que Desarma El Discurso Oficial
La narrativa de orden y transparencia que presume la administración estatal se tambalea. El informe de la Auditoría muestra que los Desvíos de Samuel alcanzan los 9 mil 762 millones de pesos. Esta cifra rompe cualquier comparación con años previos, pues supera por cientos la cantidad observada en administraciones anteriores.
Mientras el Ejecutivo asegura eficiencia, los números dicen lo contrario. El documento incluye alrededor de 415 observaciones no solventadas, lo que evidencia que faltan respuestas y, sobre todo, comprobación real del gasto. La sombra de la corrupción vuelve a caer sobre el manejo del presupuesto, y lo hace con más fuerza que en otros periodos.
Además, un apartado del informe señala que 242.6 millones de pesos podrían constituir daño directo al erario. Se trata de dinero público que tendría que regresar a la hacienda estatal. Esta posibilidad refuerza el cuestionamiento ciudadano: ¿por qué el Estado no logra demostrar en qué utilizó tantos recursos?

Los Desvíos De Samuel Aparecen En Todas Las Dependencias
Aunque el gobierno argumenta ajustes, ampliaciones y avances, la Auditoría identifica patrones que preocupan. Uno de ellos corresponde a obras ejecutadas sin contrato. La Secretaría de Movilidad reportó más de 3 mil 282 millones de pesos sin soporte documental. Los auditores describen esas operaciones como “no identificadas”.
Este tipo de irregularidades incrementa el riesgo financiero y abre la puerta a prácticas de corrupción. Cuando no hay contrato, no hay garantía de que la obra se haya realizado correctamente ni de que el monto pagado coincida con el trabajo efectuado. Lo más alarmante es que el informe señala que esta modalidad no fue un caso aislado.
A ello se suma otro hallazgo. La Auditoría detectó obras terminadas que no se registraron como bienes del Estado. El monto asciende a 2 mil 670 millones de pesos. Así, los Desvíos de Samuel alcanzan incluso la etapa final: proyectos que se concluyen, pero que nadie documenta. Las dependencias no pueden demostrar qué se construyó ni cuál es su valor real.
Este tipo de prácticas genera confusión. Las cifras oficiales presumen avances, pero los registros contables muestran lagunas importantes. En un escenario así, las dudas surgen de manera inevitable.
Seguridad También Muestra Movimientos Inexplicables
La Secretaría de Seguridad Pública tampoco se libra del señalamiento. La Auditoría documentó ampliaciones presupuestales no justificadas por 2 mil 386 millones de pesos. Estos movimientos no cuentan con la autorización que debía emitir la Tesorería estatal. Sin esa aprobación, crece la sospecha de un manejo discrecional de los recursos.
Al no presentar evidencia sobre el origen del dinero ni sobre las razones del incremento, el tema vuelve a apuntar a los Desvíos de Samuel. La falta de claridad financiera se repite en diferentes áreas, lo que refuerza la idea de un patrón recurrente dentro del gobierno.
Movilidad, por su parte, reportó otras inconsistencias millonarias. Las cifras no cuadran con los documentos entregados a la Auditoría. Aunque la administración estatal asegura que solventará las observaciones, el informe indica que la evidencia presentada es insuficiente.
El gobernador @samuel_garcias ha saqueado al menos $200 millones (que se sepan) en un descarado esquema de triangulación de recursos. Lo "nuevo" resultó see muchísimo más corrupto y cínico que los anteriores, a ver si el @CongresoNL se pone las pilas por fin… pic.twitter.com/GYD9CuI4JZ
— Dr. Doom (@The_Master85) March 13, 2024
La Auditoría Deja Ver Lo Que El Estado Intenta Minimizar
En total, el órgano fiscalizador emitió 415 observaciones. Más de la mitad fueron turnadas a instancias investigadoras. Sin embargo, ninguna derivó en denuncias penales. Esta situación coloca a los Desvíos de Samuel en un punto incómodo. Las irregularidades están documentadas, pero las consecuencias parecen inexistentes.
La falta de sanciones alimenta la percepción de corrupción. Para la ciudadanía, el mensaje es claro: hay millones sin comprobar, pero no hay responsables señalados. El contraste entre la gravedad de los hallazgos y la pasividad institucional genera molestia.
A ello se suma un problema adicional. Muchas de las observaciones corresponden a prácticas repetidas. Obras sin contrato, montos inflados, registros incompletos, ampliaciones sin sustento y cifras que no encuentran soporte documental. Cuando la irregularidad se vuelve costumbre, el informe deja de ser una sorpresa y se convierte en un reflejo del sistema.
Desvíos De Samuel Permanecen Abiertos Mientras Crece El Escepticismo
La Auditoría anunció que continuará el proceso de revisión. Pedirá más información y, en algunos casos, solicitará aclaraciones adicionales. Aunque el gobierno estatal insiste en que todo se solventará “en tiempo y forma”, los números no ayudan.
Los Desvíos de Samuel representan casi 10 mil millones de pesos. Es difícil para la población ignorar la magnitud del monto. En redes sociales, las críticas aumentan. El cuestionamiento más recurrente es simple: ¿cómo se pierde tanto dinero sin que nadie lo note?

Samuel No Logra Explicar Las Cifras
La discrepancia entre lo que el Estado dice y lo que la Auditoría documenta alimenta el escepticismo. Cada cifra no aclarada debilita la confianza pública. En un escenario donde la corrupción se menciona constantemente, los hallazgos recientes fortalecen esa narrativa.
A medida que avanza el proceso fiscalizador, el informe deja una conclusión implícita: Nuevo León enfrenta un problema profundo de transparencia. Y mientras no haya explicaciones claras, los Desvíos de Samuel seguirán marcando la discusión pública.
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