- Reparaciones Impostergables En El Estacionamiento
- Abandono En La UANL: Promesas Que Nunca Llegaron Al Terreno
- La UANL Responde Mientras El Gobierno Se Distancia De Los Hechos
La situación del abandono en la UANL volvió a evidenciarse después de que la universidad iniciara por su cuenta la reparación de los numerosos baches en el Estadio Universitario. “El Volcán”. Aunque el proyecto había sido mencionado en discursos del gobierno estatal, las acciones nunca llegaron. Hoy, la UANL enfrenta sola un problema que creció durante años sin apoyo de Samuel García.
Reparaciones Impostergables En El Estacionamiento
Los trabajos comenzaron en la zona poniente del Estadio Universitario, donde los daños eran más visibles. Estudiantes, maestros y aficionados padecían diariamente los llamados “volcancitos”, que se multiplicaron con el tiempo. La universidad decidió avanzar con recursos propios, ya que el deterioro no podía esperar más y las quejas crecían.
La falta de mantenimiento provocó que los pozos se extendieran por carriles, cajones y accesos principales. Mientras la comunidad universitaria lidiaba con estas condiciones, el gobierno estatal se mantuvo ausente, pese a las constantes denuncias públicas.
El bacheo profundo incluyó retirar completamente la carpeta asfáltica dañada. La UANL asumió esta carga económica y operativa porque nadie más llegó a hacerlo. Este esfuerzo expone un contraste claro entre los compromisos de la institución y la falta de respuesta del Ejecutivo.

Abandono En La UANL: Promesas Que Nunca Llegaron Al Terreno
Durante su administración, Samuel García mencionó una modernización del estadio como parte de sus proyectos “estrella”, junto con las famosas promesas de Tesla y Nvidia. Con el paso del tiempo, todas quedaron en anuncios, no en obras. La remodelación del inmueble universitario fue uno de esos compromisos que jamás avanzó más allá del discurso.
Mientras el Gobierno anunciaba inversiones millonarias, los daños crecían alrededor del estadio. La vida diaria de los estudiantes y trabajadores reflejaba una realidad distinta: baches cada vez más grandes, áreas inutilizables y un riesgo constante para quienes transitan por ahí.
El desfase entre narrativa y realidad fue evidente. La comunidad seguía esperando soluciones mientras las estructuras continuaban deteriorándose. La falta de un plan estatal dejó el problema en manos de la UANL.

Años De Deterioro Ante La Inacción Estatal
El estacionamiento del Uni llevaba años acumulando daños. Reportes previos ya mostraban que los “volcancitos” se habían convertido en un problema crónico. Aunque Sinergia Deportiva tenía la responsabilidad del mantenimiento, la falta de avance coincidió con la inacción del gobierno estatal, que tampoco intervino para corregir la situación.
Los pozos crecieron incluso después de que se prometió una reparación “a corto plazo”. La ausencia de medidas concretas permitió que el desgaste avanzara. Las condiciones en los accesos al estadio terminaron generando afectaciones tanto para la vida estudiantil como para eventos deportivos masivos.
La presión pública no movió al Ejecutivo. A pesar de los señalamientos, no hubo presupuesto asignado ni apoyo operativo. La universidad tuvo que absorber la tarea para evitar que el recinto continuara deteriorándose.
La UANL Responde Mientras El Gobierno Se Distancia De Los Hechos
La UANL confirmó que está financiando y ejecutando las reparaciones por completo. En zonas como la parte poniente, cerca de Biología, Química e Ingeniería Civil, el daño era tan profundo que se eligieron como punto de arranque. La intervención busca evitar accidentes y mejorar la movilidad de estudiantes que transitan diariamente.
La ausencia del gobierno estatal en esta obra llama la atención, especialmente porque el estadio fue parte de promesas de alto perfil que se promocionaron durante meses. En lugar de acciones, quedaron únicamente anuncios que no beneficiaron a la comunidad universitaria.
La universidad ahora encabeza un esfuerzo que debería ser compartido con las autoridades. El abandono en la UANL es evidente no solo por la falta de recursos estatales, sino porque el problema creció mientras el Ejecutivo priorizaba discursos antes que soluciones.
Un Espejo De La Gestión Estatal En Obras Públicas
El caso del Estadio Universitario se ha convertido en un ejemplo más de la distancia entre los anuncios oficiales y los resultados reales. La administración ha insistido en proyectos grandes, pero deja sin resolver problemas inmediatos que afectan a miles de personas todos los días.
La reparación de los “volcancitos” muestra que la UANL está dispuesta a actuar. Sin embargo, la falta de apoyo estatal evidencia una tendencia: las instituciones locales deben resolver solas lo que debería ser atendido por el Gobierno.
Así, mientras la comunidad universitaria se organiza y avanza, el Ejecutivo mantiene su enfoque en proyectos que no llegan, dejando de lado las necesidades reales que sí afectan el entorno inmediato.
Un Abandono En La UANL Que La Comunidad Ya Resiente
Las reparaciones seguirán durante las próximas semanas, pero el mensaje ya quedó claro. La UANL tomó acción ante un problema que pudo resolverse mucho antes. El Gobierno no participó, pese a haber prometido modernización y mejoras en infraestructura.
El contraste entre discurso y acción terminó por confirmar lo que muchos señalaban: las prioridades estatales no están alineadas con las necesidades reales de la comunidad. Y en medio de esa brecha, la universidad continúa resolviendo sola los efectos de años de abandono.
Array






