El gobernador de Nuevo León, Samuel García, continúa bajo la mirada pública debido al sospechoso crecimiento de su imperio inmobiliario. Se ha revelado una nueva adquisición de un predio millonario de 700 hectáreas en Burgos, Tamaulipas, y otro de 17.6 hectáreas en San Pedro, ambos vinculados a su empresa Saga Tierras y Bienes Inmuebles.
La opulencia de estos bienes, además de las conexiones empresariales y políticas, ha generado dudas sobre la transparencia de estos negocios y de su gobierno.
El Crecimiento Inmobiliario de Samuel García
A pesar de las justificaciones de Samuel García, las recientes adquisiciones de tierras y propiedades han encendido las alertas.
Primero, el gobernador fue señalado por recibir un terreno de 17.6 hectáreas en San Pedro, un predio que en su momento fue valuado en 700 millones de pesos.
Predio Millonario: El Nuevo Rancho de Gobernador en Tamaulipas
Sin embargo, la adquisición más reciente de García, un rancho de 700 hectáreas en Burgos, Tamaulipas, ha llamado aún más la atención. Este predio millonario tiene un valor comercial de 800 millones de pesos, y fue adquirido a través de fideicomisos y notarías vinculadas a su círculo cercano. Los terrenos, que cuentan con represas, helipuerto y otras construcciones de lujo, sugieren que el rancho tiene fines lucrativos, específicamente un proyecto cinegético.
Las conexiones políticas y empresariales detrás de estas adquisiciones también despiertan inquietudes. El rancho de Burgos perteneció anteriormente a la familia Garza Treviño, conocidos constructores y proveedores del estado.
Esto levanta preguntas sobre la legitimidad de las transacciones pues vuelven a ser triangulaciones entre la oficina del gobernador, proveedores del estado y el despacho familiar de García.
Testimonios locales han revelado que el mandatario visita frecuentemente el rancho, a menudo escoltado por Fuerza Civil, mientras restringe el acceso al lugar y limita la documentación disponible sobre la propiedad.
La Justificación de Samuel García: “Es Fruto de Mi Trabajo”
Samuel García ha defendido públicamente sus adquisiciones en el pasado, alegando que las propiedades recibidas fueron en pago por servicios legales y como parte de su trabajo. Sin embargo, esta explicación resulta inverosímil, especialmente por la acumulación de bienes en tan poco tiempo.
La narrativa de que la expansión de su fortuna inmobiliaria es producto del trabajo es una que cuesta creer, mucho menos digerir a los nuevoleoneses cuando ven las crisis de movilidad, económicas y de seguridad del estado. Más cuando el gobernador camina con la bandera de que no hay recursos en el Estado.
Predio Millonario Revela Triangulación de Recursos ¡Otra Vez!
Las adquisiciones inmobiliarias de Samuel García no solo han generado inquietud por los conflictos de interés que podrían implicar, sino también por el posible mal manejo de recursos públicos. El hecho de que estas propiedades estén asociadas con proveedores del estado y que se gestionen a través de empresas vinculadas directamente a su familia agrava aún más las dudas sobre la integridad de los procesos.
El hecho de que las propiedades se gestionen a través de fideicomisos y notarías de confianza sugiere que podría haber elementos de opacidad en las transacciones.
El uso de recursos y el manejo de relaciones empresariales por parte de un servidor público como García han sido motivo de debate y preocupación en la comunidad política y social de Nuevo León. Las acusaciones de enriquecimiento ilícito y aprovechamiento de su cargo están basadas en hechos tangibles y recientes.