Un ave poco común en México sorprendió a los habitantes de Monterrey luego de ser rescatada por trabajadores en plena vía urbana. Se trata de una tingua azul, una especie migratoria de gran presencia en Colombia, que apareció en la ciudad regiomontana tras, aparentemente, haber sido perseguida por gatos callejeros. Su rescate generó reacciones inmediatas en redes sociales, donde usuarios instaron a protegerla y notificar a las autoridades ambientales correspondientes.
Una intervención oportuna
Empleados de Red Ambiental fueron los protagonistas del inesperado hallazgo, que ocurrió cuando detectaron al ave en peligro en calles de Monterrey. Según relataron, algunos gatos merodeaban a su alrededor con actitud agresiva, lo que encendió la alerta entre el personal que, sin dudarlo, decidió poner a salvo al ejemplar.
La historia fue difundida en redes sociales por una de las mujeres que participó en el rescate. “Buenas noches, encontramos este pájaro en el trabajo. ¿Algún número para que lo puedan liberar en su hábitat? Lo estaban cazando unos gatos que andan por aquí. Al parecer es una tingua azul, la tenemos resguardada”, escribió en una publicación acompañada por una fotografía del animal.
La imagen mostró claramente al ave con su característico plumaje azul oscuro, un pico de tonos vivos y largas patas de color amarillo. La inusual aparición despertó tanto admiración como preocupación entre los internautas, quienes no tardaron en recomendar acciones concretas para su protección y cuidado adecuado.
Llamado a las autoridades por la tingua azul
Tras difundirse la imagen, varias personas sugirieron no quedarse con el animal, sino entregar el caso a las instancias ambientales pertinentes. En los comentarios se compartieron los contactos de la Secretaría de Medio Ambiente del Estado de Nuevo León, así como de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa).
Estos organismos se encargan de la atención, resguardo y liberación de especies silvestres, especialmente aquellas que, como la tingua azul, no son propias del ecosistema local. Algunos usuarios también recordaron que retener animales silvestres sin los permisos necesarios puede constituir una falta administrativa o incluso un delito ambiental.
La intervención ciudadana en este caso fue clave, no solo por la preservación del ave en sí, sino por visibilizar la importancia del respeto a la fauna migratoria que cruza por México o que aparece en zonas urbanas debido a factores como la pérdida de hábitat, el cambio climático o la desorientación durante sus trayectos de larga distancia.
Características de la tingua azul
La tingua azul, también conocida como calamoncillo americano o pollo azul, es un ave de tamaño mediano que pertenece a la familia Rallidae. Llega a medir aproximadamente 33 centímetros y se distingue por su llamativa combinación de colores. Su cuerpo presenta un plumaje intenso de tonos púrpura y azul, con reflejos verdes en la parte posterior. Su pico, por otro lado, es rojo con una punta amarilla, y en la frente destaca una placa frontal de color azul claro. Sus patas, largas y delgadas, son de color amarillo brillante.
Esta especie habita en pantanos tropicales, lagunas y humedales del sureste de los Estados Unidos, Centroamérica, el Caribe y gran parte de Sudamérica. En Colombia, por ejemplo, es común observarla en áreas como los humedales de Bogotá, especialmente entre octubre y marzo, cuando migran en busca de refugio o alimento.
Dado su carácter migratorio, la tingua azul a veces llega a zonas urbanas o ajenas a su ruta natural, probablemente debido al cansancio acumulado en los largos viajes, la desorientación o la destrucción de sus hábitats tradicionales. Esto puede provocar que se vuelva vulnerable a amenazas como depredadores urbanos (gatos, perros) o incluso a ser capturada por personas que desconocen su estatus de especie silvestre.
Un caso que invita a reflexionar
Este suceso no solo destaca por lo inusual, sino porque pone sobre la mesa una serie de temas fundamentales: la presencia de fauna migratoria en las ciudades, el papel de la ciudadanía en su protección y la necesidad de fortalecer la educación ambiental para prevenir incidentes que puedan poner en riesgo a especies vulnerables o poco comunes.
Aunque la tingua azul no está clasificada como una especie en peligro, su avistamiento en Monterrey debe interpretarse como una señal de alerta sobre los cambios que atraviesan los ecosistemas en América. Además, subraya la urgencia de contar con protocolos claros y accesibles para la atención de fauna silvestre fuera de su entorno natural.
También es una oportunidad para que autoridades municipales y estatales refuercen sus canales de atención ciudadana. Un contacto directo, visible y activo entre la población y los entes encargados del cuidado ambiental puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte de especies migratorias que, como en este caso, dependen del actuar humano para sobrevivir en territorios no habituales.
Finalmente, este tipo de eventos puede servir como punto de partida para iniciativas escolares y comunitarias, donde se fomente el conocimiento sobre aves migratorias, rutas de paso, importancia ecológica y medidas básicas de protección.
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