El caso de la osa Mina encendió nuevamente el debate sobre el papel del Gobierno de Nuevo León en la protección de la fauna bajo su resguardo. Lo que comenzó como un video en redes sociales denunciando su deteriorado estado de salud terminó en una crisis que exhibió omisiones, contradicciones y la falta de supervisión estatal en uno de los espacios más emblemáticos del área metropolitana: el Zoológico La Pastora.
La indignación ciudadana obligó a las autoridades a actuar con rapidez. Primero vino la destitución del coordinador general del zoológico, y después, el anuncio de que Mina sería trasladada a la Fundación Invictus, en Pachuca, Hidalgo, bajo supervisión de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa). Sin embargo, más allá de las decisiones inmediatas, persisten dudas sobre por qué se permitió que la situación llegara tan lejos.
Profepa Ordena El Traslado de Osa Mina
La osa Mina no permanecerá más en el zoológico La Pastora. Aunque el Gobierno estatal informó en un primer comunicado que el ejemplar se quedaría en el parque, horas después tuvo que rectificar. La Profepa determinó que, dadas sus condiciones de salud, lo mejor era enviarla a un centro especializado.
El organismo federal realizó una revisión médica en la que confirmó que Mina sufría una infección bacteriana, complicaciones renales, problemas hepáticos y afectaciones en sus patas. El dictamen no dejó lugar a dudas: el animal estaba en una situación crítica.
Ante esto, se establecieron medidas inmediatas, como mantenerla en cuarentena y tomar nuevas muestras clínicas. Sin embargo, la solución definitiva fue su traslado a la Fundación Invictus, donde ahora se encuentra bajo resguardo y tratamiento.
🚨Así fue el traslado de la Osa Mina bajo custodia de la @GN_MEXICO_ por la @PROFEPA_Mx a Pachuca para atenderla en la FundaciónInvictus (@FundacinInvict1)
— Josue Aguilar (@josuealeexis) September 28, 2025
👉La osa bebé fue rescatada del maltrato y el abandono del @Lapastora_zoo bajo el gobierno de @samuel_garcias y… pic.twitter.com/ixdb99SjLx
Destituyen Al Director De La Pastora
Paralelamente, el Gobierno estatal anunció la destitución del coordinador general del zoológico, Gustavo Sepúlveda Villarreal, quien había estado en el cargo desde 1993. La decisión, comunicada por Jean Joseph Léautaud Russek, director de Parque Fundidora, se basó en una investigación interna que concluyó que tanto el directivo como el personal médico “pudieron haber hecho más” por la salud de Mina.
Léautaud también señaló que se ofreció información imprecisa a la ciudadanía respecto a la condición del animal, lo que incrementó la molestia pública. La salida del funcionario fue presentada como un acto de responsabilidad, aunque especialistas apuntan que el problema va más allá de una sola persona.
Indignación Pública Y Críticas Al Gobierno
La osa Mina se convirtió en símbolo de indignación ciudadana. El video que reveló su estado circuló rápidamente en redes sociales y generó miles de comentarios cuestionando no solo a La Pastora, sino también a las autoridades estatales encabezadas por Samuel García.
Diversos sectores señalaron que este caso refleja la falta de políticas claras en materia de bienestar animal. Aunque el Gobierno estatal ha presumido compromisos en ese sentido, la realidad mostró un escenario de descuido que terminó en consecuencias irreversibles para un ejemplar que lleva años en el zoológico.
Para los críticos, el hecho de que se actuara únicamente tras la presión mediática demuestra que la protección de los animales no es prioridad, sino una reacción tardía frente a la opinión pública.
Fundación Invictus, Nuevo Hogar De Mina
Con el traslado de la osa Mina, la responsabilidad de su bienestar pasa ahora a la Fundación Invictus, ubicada en Pachuca, Hidalgo. Este centro ya había recibido en 2022 a un osezno originario de Santiago, Nuevo León, que fue herido de bala.
La fundación cuenta con instalaciones diseñadas para la atención de fauna silvestre en condiciones críticas, lo que abre la esperanza de que Mina pueda tener una mejor calidad de vida en sus últimos años. No obstante, su caso deja un precedente incómodo: el Estado no fue capaz de garantizar el cuidado de uno de sus animales más representativos.
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