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En medio de la creciente crisis de contaminación en Nuevo León, el gobierno estatal ha decidido reducir en un 25% los recursos destinados a la prevención y atención del problema atmosférico en el presupuesto de 2025. A pesar de que la calidad del aire ha empeorado en los últimos años, la asignación presupuestaria para combatir la contaminación será significativamente menor, lo que genera preocupaciones sobre la efectividad de las acciones del gobierno.
Reducción De Recursos En Un Año Crítico
El panorama presupuestal para el 2025 en Nuevo León no es alentador, ya que la dependencia encargada de mitigar la contaminación atmosférica recibirá una disminución del 25% en sus recursos. Este recorte se produce en un contexto de creciente preocupación por la calidad del aire en Monterrey y otras regiones del estado, que han experimentado altos niveles de contaminación en los últimos meses. La decisión de reducir el presupuesto para este rubro ha generado fuertes críticas de ciudadanos y expertos en medio ambiente, quienes consideran que se necesita una mayor inversión para enfrentar la crisis de salud pública que implica el aire sucio.

Impacto En Las Estrategias De Prevención Y Atención
El recorte en los recursos asignados a la lucha contra la contaminación atmosférica tendrá un impacto directo en las estrategias de prevención y atención. La falta de financiamiento podría dificultar la implementación de programas de monitoreo de calidad del aire, así como las campañas de concientización y las iniciativas para reducir las emisiones contaminantes. A pesar de que el estado ha adoptado algunas medidas para reducir la contaminación, como el control de emisiones vehiculares y el fomento al uso de energías limpias, el bajo presupuesto podría poner en peligro la efectividad de estas acciones.
Críticas A La Decisión Del Gobierno Estatal
La decisión de reducir los recursos destinados a combatir la contaminación ha sido ampliamente criticada por expertos y organizaciones ambientalistas. Estos consideran que la salud pública de los habitantes de Monterrey y otras zonas urbanas de Nuevo León está en riesgo debido a la calidad del aire, que está por encima de los límites recomendados por la Organización Mundial de la Salud. A pesar de los esfuerzos locales para mejorar la situación, muchos consideran que la falta de inversión adecuada puede agravar aún más la crisis ambiental en el estado.
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